La Santa Cena
Leamos primeramente el texto bíblico de fondo que nos relata la institución de la Santa Cena: Cuando llegó la hora, se sentó a la mesa, y con él los apóstoles. Y les dijo: --¡cuánto he deseado comer con vosotros esta pascua antes de padecer! Porque os digo que no comeré más de ella hasta que se cumpla en el reino de Dios. Luego tomó una copa, y habiendo dado gracias, dijo: --tomad esto y repartidlo entre vosotros, porque os digo que desde ahora no beberé más del fruto de la vid hasta que venga el reino de Dios.
Entonces tomó pan, y habiendo dado gracias, lo partió y les dio diciendo: --esto es mi cuerpo que por vosotros es dado. Haced esto en memoria de mí. Asimismo, después de haber cenado, tomó también la copa y dijo: --esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama. Lucas 22: 14-20 Ahora leamos al Apóstol Pablo, quien en una de sus cartas nos da más dirección al respecto: Primeramente debemos entender que como leímos, la Santa Cena fue instituida por el mismos Señor Jesucristo, horas antes de su crucifixión en la Cruz. La Santa Cena para la Iglesia ha sido instituida para sustituir el Cordero de la Pascua (Passover), quien ahora lo es Jesucristo. "Limpiaos de la vieja levadura, para que sSeáis una nueva masa, como sois sin levadura; porque Cristo, nuestro Cordero pascual, ha sido sacrificado." 1 Cor. 5:7. La Santa Cena debe celebrarse con frecuencia hasta la fecha del Rapto de la Iglesia. Frecuencia: "Todas las veces que comáis este pan y bebáis esta copa, anunciáis la muerte del Señor, hasta que él venga." 1 Cor. 11:26 Muchas iglesias celebran la Santa Cena en cada servicio, otras una vez a la semana, pero la mayoría lo hace una vez al mes. La frecuencia no importa, siempre que se haga en intervalos frecuentes. Significado: La Santa Cena tiene significados conmemorativos, instructivos e inspiracionales. Además promueve la acción de gracias y la comunión, y finalmente conlleva una responsabilidad para el creyente.
"Porque yo recibí del señor la enseñanza que también os he transmitido: que el señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó pan; y habiendo dado gracias, lo partió y dijo: "tomad, comed. Esto es mi cuerpo que por vosotros es partido. Haced esto en memoria de mí." Asimismo, tomó también la copa después de haber cenado, y dijo: "esta copa es el nuevo pacto en mi sangre. Haced esto todas las veces que la bebáis en memoria de mí." Todas las veces que comáis este pan y bebáis esta copa, anunciáis la muerte del señor, hasta que él venga. De modo que cualquiera que coma este pan y beba esta copa del señor de manera indigna, será culpable del cuerpo y de la sangre del señor. Por tanto, examínese cada uno a sí mismo, y coma así del pan y beba de la copa. Porque el que come y bebe, no discerniendo el cuerpo, juicio come y bebe para sí. Por eso hay entre vosotros muchos enfermos y debilitados, y muchos duermen. Pero si nos examináramos bien a nosotros mismos, no se nos juzgaría. Pero siendo juzgados, somos disciplinados por el señor, para que no seamos condenados con el mundo. Así que, hermanos míos, cuando os reunáis para comer, esperaos unos a otros. Si alguien tiene hambre, coma en su casa, para que no os reunáis para juicio. Las demás cosas las pondré en orden cuando llegue." 1 Corintios 2:34
A. Conmemora porque el Señor dijo: "Haced esto en memoria de mí" Lucas 22: 19
B. Es instructiva porque simboliza, a través del uso de objetos sagrados, la lección de la encarnación de Cristo (los elementos físicos: vino y pan)
C. Es inspiracional porque celebrarla nos recuerda que por fe recibimos los beneficios de Su muerte y Resurrección. Con hacerlo, nos identificamos con su muerte y resurrección. ¡Y nos inspiramos al recordar que logró la victoria sobre la muerte!
D. Nos motiva a la acción de gracias ("euscharistia"). Es este término griego el que inspira que algunas iglesias usen la palabra eucaristía.
E. La celebración de la Santa Cena os brinda la oportunidad de estar en comunión ("koinonia") con el Padre, con el Hijo y con nuestros hermanos. La Santa Cena reconoce y proclama el Nuevo Pacto ("he kaine diatheke"). "Lo que hemos visto y oído lo anunciamos también a vosotros, para que vosotros también tengáis comunión con nosotros. Y nuestra comunión es con el Padre y con su Hijo Jesucristo." 1 Juan 1:3. F. Y finalmente conlleva un alto grado de responsabilidad. Pablo nos recuerda en 1 Corintios 11:27-34 que uno debe cuidarse de participar en la Santa Cena "de manera indigna". Por supuesto que esto no significa que para participar en ella uno debe ser una persona digna o estar libre de pecado. Si así fuera, ¡ningún ser humano pudiera hacerlo comenzando por mi! Lo que esto "de manera indigna" significa es que, durante el acto de participar en la Santa Cena, uno debe tener una actitud y un comportamiento de respeto y reverencia. Si usted participa de ella, mientras en su mente está pensando "esto no es sangre… esto no es carne… ¿Qué efectividad puede tener esto?", entonces usted está participando "de manera indigna". Además, todos somos pecadores, pero los creyentes somos pecadores arrepentidos; ¡Lavados por la sangre!
Debido a todas las funciones que la Santa Cena tiene, uno debe siempre tratar de participar en ella lo más libre posible de ataduras, pecados, prejuicios, etc. que nos impidan disfrutar totalmente de los beneficios que pudiéramos obtener de tal institución. A nosotros los creyentes, los "miembros del cuerpo", se nos insta a "despojarnos del viejo hombre y a renovar nuestra mente" en Efesios 4:23. Así debemos ir a tomar la Santa Cena. Con nuestro viejo hombre siendo sacrificado con todo y su carne pecaminosa.
Es por esta razón que es importante examinarnos a nosotros mismo con motivo de la Santa Cena.Ella es una excelente forma de mantener el cuerpo de Cristo lo más consciente posible de los peligros de dar cabida al pecado. La Santa Cena es una de las celebraciones más significativas de la Iglesia. Fue instituida por el mismo Señor Jesucristo. Si nos purificamos y participamos intentando aprovechar todo lo que el Señor nos brinda a través de ella, podemos ser cristianos más y más efectivos. El hecho de que usted no dé el Diezmo no debe tener qué ver nada con usted tomar la Santa Cena. Dar el diezmo es un principio bíblico y una ley natural, tal como lo es la Ley de la gravedad. Si usted da, usted recibirá. Si usted honra al Señor con lo primero de lo que usted gana, Él bendecirá todo lo que usted haga.
Muchos no comparten la noción de que el diezmo sea para el Nuevo Testamento, y debo confesarle que resulta difícil justificar el diezmo basándose en el texto neotestamentario. Sin embargo yo diezmo. Esto lo hago basándome principalmente en que si Dios lo honró en los tiempos del Antiguo Testamento, Él no cambia, Él lo honrará también en los tiempos del Nuevo Testamento. Pero que usted no diezme no significa que usted sea indigno para participar en la Santa Cena. Si alguien mantiene lo contrario debe proporcionar buena exégesis bíblica para apoyarse.
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