"Conoceréis la Verdad, y la Verdad os hará Libres..." ( Juan 8:32 )
Las profecías más asombrosas de la Biblia se encuentran en el último libro, conocido como "Revelación" o "Apocalipsis", y que fueron registradas por el apóstol Juan alrededor del año 95. El apóstol, uno de los 12 que acompañaba a Jesús, recibió del mismo Cristo una serie de visiones del futuro de la humanidad y de los juicios con los que el Creador pondrá término al actual sistema y que ha sido el hilo conductor del camino de la raza humana.
Muchas de las visiones de Juan ya han sido cumplidas, otras se estan cumpliendo y otras se cumplirán prontamente. De todas estas visiones futuras, trataremos específicamente una de las más intrigantes la cual se encuentra en el capítulo 17 del libro de las Revelaciones. En esta particular visión vemos una bestia de color escarlata, con siete cabezas y diez cuernos.
Esta no es la primera vez que ella ha aparecido a profetas bíblicos. Ésta es la misma criatura cuya descripción aparece 3 veces en la Biblia. Juan personalmente la había visto dos veces. Daniel también la había visto 600 años antes. Pero en esta última visión la descripción es diferente en un pequeño detalle... En previas mensiones las Escrituras, la bestia siempre se presentaba sola. Sin embargo, ahora aparece con un jinete sobre su espalda. El que alguien se atreva, o pueda montar semejante bestia es algo difícil de imaginar.
Sin embargo, allí está la jinete, montado sobre una criatura que devora al mundo. Una mujer cabalga la bestia... Durante 1900 años la bestia ha sido el foco de atención para estudiantes de la profecía bíblica. Su identidad, el papel que jugará en los últimos días, y su destino final han sido tema de discusión a lo largo de los siglos. Sin embargo, en los últimos 200 años los cristianos verdaderos han mantenido un consenso bastante claro: La bestia representa el resurgimiento del Imperio Romano y el Anticristo facultado por Satanás, quien lo gobernará. Una mujer que no puede ignorarse La mujer es una figura enigmática. Los cristianos verdaderos siempre supieron que ella representa a la Iglesia Católica Romana en general y al Papa en particular. La mujer que el apóstol Juan describe no puede tomarse con liviandad. Dos de los capítulos finales en la Biblia están dedicados a ella. Toda la Biblia es la Palabra de Dios y no podemos tapar el sol con un dedo y cerrar nuestros ojos a Apocalipsis 17 y 18 como tampoco a Juan 3:16. La mujer [ que cabalga la bestia ] es la figura central en estos dos pasajes, un personaje de relevancia en el drama de los últimos días. El apóstol Juan le presta más atención a ella que a la bestia que cabalga. Y en el hecho de que ella cabalga la bestia -una bestia de tal importancia en la profecía bíblica- demanda atención especial. El secreto de la identidad de esta mujer y del papel que juega es una clave importante para entender las profecías bíblicas con respecto al reino del Anticristo y los acontecimientos que conducen a la segunda venida de Cristo. El apóstol Juan ha establecido con lujo de detalles la identidad de la mujer que cabalga la bestia, y no se necesita mayor razonamiento para desenmascararla.
Las revelaciones que el Espíritu Santo le dio a Juan con respecto a esta mujer lo dejaron asombrado. Dichas revelaciones no dejaran de asombrar a algunos aún en nuestros días. Juan nos muestra a esta mujer y la describe con todo detalle. Probablemente algunos lectores censuren las conclusiones que aca se presentan, pero ninguno podrá refutarlas.
Probablemente esta no resulte ser una lectura que provoque alegría o placer a quien por primera vez se enfrenta a la verdad bíblica. Probablemente le perturbe especialmente a aquellos que pensaban que eran cristianos, y que se daran cuenta que no son sinó sólo parte del rebaño de ésta mujer que cabalga la bestia. Nuestra intención no es quedar bien con el lector, sino informarle con base documentada. Y la elección que el lector tome al final de este estudio será personal. Nuestro propósito se encuentra unicamente en despertar a quienes sientan el deseo de despertar y dejar de ser meros observadores de su propia destrucción.
La ciudad que tenernos a la vista en los capítulos 17 y 18 es Roma como centro gubernativo, tanto político como militar y económico, del Imperio del Anticristo, así como, en el capítulos 17, centro religioso de la Iglesia apóstata. En el Apocalipsis 13, describe claramente tanto al restablecido Imperio Romano como al Anticristo, a quien "adoraron los moradores de la tierra" (v.8). En esta visión del futuro, el mundo adorará también "al dragón que había dado autoridad a la bestia" (v.4). Por lo que se muestra que Satanás nuevamente será el poder detrás del Anticristo y su Reino: "Y el dragón [Satanás] le dio [al Anticristo] su poder y su trono, y grande autoridad" (v.2). Durante la tentación en el desierto, Satanás le mostró a Cristo "todos los reinos del mundo y la gloria de ellos" (Mateo 4:8). El diablo luego lo ofreció todo a Cristo, diciendo: "Todo esto te daré, si postrado me adorases" (v.9). Por supuesto, Cristo rehusó a Satanás. Algo que Constatino (el fundador de la Iglesia católica) no hizo y se asoció a Satanás recibiendo todo lo que Cristo reusó. Cuando el emperador Constantino supuestamente se convirtió en cristiano en el año 313 d.C. e hizo del cristianismo la religión oficial, realizó una astuta maniobra política. Le dio libertad a los cristianos, así como también categoría oficial a la iglesia "cristiana" insertando dentro de la religión oficial todos los símbolos y deidades babilónicas.
Constantino además de emperador de Roma debía de ser reconocido como cabeza de esta nueva religion oficial por lo que convocó al primer concilio ecuménico, el Concilio de Nicea. Mientras gobernaba la iglesia "cristiana", Constantino continuó encabezando el sacerdocio pagano, oficiando en las celebraciones paganas, y donando templos paganos, aún después que comenzó a edificar iglesias cristianas. Como cabeza del sacerdocio pagano, Constantino era el PONTIFEX MAXIMUS (PONT MAX), y necesitaba un título similar como cabeza de la iglesia cristiana. Los cristianos lo honraron como "Obispo de Obispos", mientras Constantino se llamaba a sí mismo "Vicarius Christi", Vicario de Cristo. Sin embargo, esta frase en latín, si es traducida al griego, literalmente significa Anti Cristo... Obispo de Obispos = Vicarius Christi Vicario de Cristo = Anti Cristo Constantino fue el prototipo del Anticristo profetizado en la Escritura, y quien todavía tiene que venir. El Anticristo será un individuo único en su género, carente de predecesores o sucesores. Este será el "nuevo Constantino", el gobernante del Impero Romano Mundial restaurado... La revelación final de la bestia aparece en la visión que Dios dio a Juan según está registrada en Apocalipsis 17. Esta vez, en una nueva vision, una mujer se sienta sobre esta horrible criatura. Está perfectamente claro que ésta es la misma bestia que Daniel vio y que la presentan en los capítulos 12 y 13 de Apocalipsis, porque ostenta los detalles que ya son familiares. "siete cabezas y diez cuernos" (v. 3).
Aquí se registra otra de las características que la identifican: La bestia estaba "llena de nombres de blasfemia", una obvia elaboración sobre lo que se vio en el capítulo 13, "y sobre sus cabezas, un nombre blasfemo". La mujer que cabalga la bestia, en vez de la bestia misma, es el foco de la atención. La descripción de la bestia es breve, sólo lo suficiente para que sepamos que es la misma que hemos visto antes. No se dan más detalles sobre la naturaleza o significado de este monstruo. Una nueva figura ocupa ahora el centro del escenario, y dos capítulos enteros de Apocalipsis, 17 y 18, se dedican a la discusión detallada de la mujer -mucho más espacio que el que se le dio a la misma bestia en todas sus apariciones anteriores... ¿Cómo hizo la mujer para montar semejante criatura temible? ¿Por qué la bestia permitiría que siente sobre su espalda, sujete las riendas y la controle?
Es obvio que ella jugará un papel clave en el restablecimiento del Imperio Romano, el reino del Anticristo, y en los sucesos mundiales futuros que conducen a la segunda venida de Cristo.
¿Quién es la ramera?
La primera cosa que se nos dice acerca de la mujer es que ella es una "ramera" (Apocalipsis 17:1), una prostituta, "con la cual han fornicado los reyes de la tierra" (v. 2), y todos "los moradores de la tierra se han embriagado con el vino de su fornicación" (v.3). ¿Por qué se le llamaría ramera a una ciudad y se le acusaría de haber cometido fornicación con reyes? Semejante acusación jamás podría hacerse refiriéndose a Londres o Moscú o Paris, o a ninguna otra ciudad ordinaria. No tendría sentido.
En la Biblia, fornicación y adulterio se usan tanto en el sentido físico como en el espiritual. Refiriéndose a Jerusalén, Dios dijo: "¿Cómo te has convertido en ramera, oh ciudad fiel?" (Isaías 1:21). Israel, a quien Dios había apartado de todos los otros pueblos para que fuese santa para sus propósitos, había entablado alianzas impías y adúlteras con las naciones idólatras que la rodeaban. Había cometido adulterio "con la piedra y con el leño [ídolos]" (Jeremías 3:); "y han fornicado con sus ídolos" (Ezequiel 23:37). Todo el capítulo 16 de Ezequiel, así como también muchos otros pasajes, explica en detalle el adulterio espiritual de Israel, tanto con las naciones paganas como con sus dioses falsos.
No hay forma en que una ciudad pudiera participar en fornicación carnal literal. Por lo tanto, sólo podemos llegar a la conclusión de que Juan, al igual que los profetas del Antiguo Testamento, está usando el término en su sentido espiritual. Por consiguiente, la ciudad debe pretender una relación espiritual con Dios. De otra manera semejante alegación no tendría sentido.
A pesar de que Jerusalén tiene esa relación, no puede ser la mujer que cabalga la bestia, puesto que no está edificada sobre siete montes. Ni tampoco satisface los otros criterios mediante los cuales esta mujer es identificada.
Sólo una ciudad en la historia podría acusarse de fornicación. Esa ciudad es Roma, y más específicamente Ciudad del Vaticano. Ella afirma haber sido la sede central mundial del cristianismo desde su comienzo y mantiene dicha afirmación hasta el dia de hoy. El Papa entronado en Roma dice ser " el representante exclusivo de Dios ", el " Vicario de Cristo " . Roma es la sede central de la Iglesia Católica Romana, y en ese sentido también la única en su género.
Por supuesto, muchas iglesias tienen sus sedes centrales en ciudades, pero solo una ciudad es la sede central de una iglesia. Por ejemplo, la iglesia de los mormones tiene su sede central en la ciudad de Salt Lake, Utah, pero en dicha ciudad hay muchas cosas mas aparte de la iglesia mormona.
En Ciudad del Vaticano esto no es así. Ella es el latido del corazón de la Iglesia Católica Romana. Es una entidad espiritual que ha fornicado desde su creación pues nunca permaneció fiel a Cristo y aceptó el oro y las riquezas y el poder que Satanás le ofreció.
El asunto es que, exactamente como Juan lo previó en su visión, una entidad espiritual que pretenda una relación especial con Cristo y con Dios llegó a identificarse con una ciudad que estaba edificada sobre siete colinas. La "mujer" cometía fornicación espiritual con gobernantes terrenales y finalmente reinaba sobre ellos.
Apocalipsis - La Gran Ramera -
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