SATANISMO

Anton Szandor Lavey Nació en Chicago, Illinois, el 11 de abril de 1930. Hijo de Gertrude Augusta LaVey y de Michael Joseph LaVey, su verdadero nombre es Howard Stanton Levey, más tarde llamándose Anton Szandor LaVey. Cuando aún estaba en el instituto comenzaron a surgir en él las bases de sus ideales satanistas

Tras terminar el instituto comenzó a dedicarse a diversos trabajos, entre ellos el de prestidigitador y el de pianista en un club en el que una noche la actriz Marilyn Monroe actuaba y con la que Anton LaVey mantuvo una relación[cita requerida]. Más tarde se trasladó a San Francisco y fundó la Iglesia de Satán. Fue, según él, su abuela de origen rumano, más concretamente de la región de Transilvania, quien más influyó en su forma de ser contándole innumerables cuentos de vampiros y demonios.
LaVey se proclamó Papa Negro por estar al frente y ser fundador de la Iglesia de Satán. Alcanzó mayor fama después de dar a conocer al mundo su iglesia y porque el asesino Charles Manson aseguró ser seguidor suyo. Fue un icono dentro de la cultura pop en Estados Unidos, venerado por cantantes y estrellas de todo tipo y participó en el rodaje de un cortometraje de Kenneth Anger. Algunos de los muchos personajes famosos asociados con su iglesia son la actriz Jayne Mansfield y el cantante Marilyn Manson. Contrario a lo que se piensa, nunca colaboró con el director Roman Polanski en su película La Semilla del Diablo interpretando el papel del Diablo en la escena en la que Rosemary es abusada sexualmente, en realidad, este personaje fue interpretado por el actor Clay Tanner. Fue la inspiración del cantante Marilyn Manson, a quien Anton LaVey nombró Reverendo de la Iglesia de Satán por promover con su música ideas y conceptos afines a su doctrina y además aparece brevemente en el video de la canción Dope Hat.
Anton LaVey murió el 29 de octubre de 1997, en el hospital St. Mary, en Londres, Inglaterra, a causa de un edema pulmonar. Fue llevado a este hospital católico debido a que era el que se encontraba más cerca. El momento de su muerte fue registrado como la mañana de Halloween, pero esto hace posible especular que pudo haber muerto con uno o dos días de diferencia. Se hizo un funeral satanista por invitación en Colma, y su cuerpo fue cremado. Sus cenizas no fueron enterradas, pero fueron eventualmente divididas entre sus herederos como parte de un acuerdo, con la idea de que poseen potenciales poderes ocultistas, y que pueden ser usados en rituales satanistas de magia. Sus hijos probablemente la utilizarían.
Michael Aquino (gran amigo de LaVey), ingreso en 1969 a la Iglesia de Satán hasta que en el año 1976 que decide apartarse de la misma y crear el Templo de Set.

La Iglesia de Satán
En la noche del 30 de abril del año 1966, LaVey se afeita completamente la cabeza y funda la Iglesia de Satán en California. Según su sistema, este día es el primero del año 1 del reino de Satanás.
A pesar de la gran creencia popular sobre el satanismo, el satanismo de Anton LaVey y su iglesia no podría diferir más de esta. Nada tiene que ver con hacer sacrificios o venerar a la figura del diablo, sino que Anton LaVey con su filosofía acusa al cristianismo de ser una plaga en la tierra que atemoriza, reprime y no deja pensar a millones de personas, muy similar a las teorías del filósofo Friedrich Nietzsche y niega la figura del diablo o Satán como un ser malvado con cuernos y rabo, acusando al cristianismo de ser el único creador de esta imagen para atemorizar a la gente y de esta imagen ser la mayor benefactora del cristianismo en la Tierra. Sin embargo cree en Satán como la representación de la inteligencia y la humanidad en la Tierra y se refiere a su descripción como mito, en la que Satán era un ángel de Dios y pensó por sí mismo y se rebeló contra Él. El satanismo de Anton LaVey y su iglesia promueve la humanidad y la libertad y reniega a toda costa del cristianismo, además de renegar de los sacrificios y profanaciones que otros proclamados satánicos realizan, a los que acusa de ser tan estúpidos como los cristianos y de dar un mal nombre al satanismo. Para diferenciarse de los más comúnmente conocidos satánicos que nada tienen que ver con su iglesia, a menudo los seguidores del satanismo de LaVey son denominados satanistas y no satánicos. Cree en la dualidad entre el bien y el mal de este mundo y dice que el satanismo es exactamente eso, la unión de extremos, como el Yin y yang ya que sin bien no habría mal y sin mal no habría bien. Además la Iglesia de Satán tiene toques muy oscuros que pueden ser asociados con el satanismo de la creencia popular, como la vestimenta y el uso de pentagramas o estrellas de cinco puntas y las cruces invertidas (erroneamente utilizadas como simbolo satanista, ya que se trata de la Cruz de San Pedro en realidad). Además la Iglesia de Satán cree en la magia y realiza rituales, aunque son de caracter espiritual. El símbolo principal de la Iglesia de Satán es el pentagrama o estrella de cinco puntas, la cual representa muy bien la unión de extremos y la humanidad, siendo igual esta que la obra de El Hombre de Vitruvio de Leonardo da Vinci que representa al hombre y la humanidad en el mismo dibujo.
Poco a poco va ganando popularidad dando charlas, hasta que gracias a la retransmisión en vivo de una boda satánica se hizo famoso internacionalmente.


La biblia satánica

La biblia satánica, de Antón Szandor Lavey, Ediciones Martínez Roca, Paseo de Recoletos, 4, 28001 Madrid 2008. Número de páginas, 351.
Antón Lavey nació en Chicago en 1930 y falleció en California en 1999. Su abuela procedía de la Transilvania rumana, donde se sitúa la leyenda de Drácula. Siendo niño se trasladó con sus padres a California, la tierra de promisión de miles de norteamericanos. Allí se dio a la lectura de todo libro sobre ocultismo que llegaba a sus manos. Se hizo amigo de escritores que pertenecían a un elenco diabólico. Los rusos Rasputín y Zabaroff, envueltos en el mundo de las tinieblas, cautivaron su imaginación. Abandonó el Instituto para trabajar en un circo, actividad que realizó durante varios años. Solía decir que por esa época conoció y tuvo un romance con Marilyn Monroe.

En 1956 compró una casa de estilo victoriano en San Francisco. Tenía pasadizos secretos que a Lavey le vinieron de perlas para sus actividades ocultistas. Pintó de negro toda la casa. Su habilidad con el piano le granjeó muchas amistades. De entre ellos Lavey escogió un grupo al que denominó el “Círculo Mágico”. Los miembros compartían su interés por todo lo diabólico. Así nació la Iglesia satánica. En 1968 lanzó un disco, que pronto se hizo famoso, con el nombre de “La Misa Satánica”. En un viaje que realicé a California en 1987 visité en Los Ángeles una Iglesia compuesta sólo por homosexuales y lesbianas y en San Francisco: la iglesia satánica. En aquella “misa” había unas 70 personas. Aguanté los ritos iniciales y lecturas de la Biblia satánica. Pero no pude resistir cuando los congregados, puestos en pie, los brazos abiertos, extendidas las palmas de las manos, unas veces hacia arriba y otras hasta las rodillas, en un ejercicio de genuflexión, gritaban a coro en idioma inglés: “Gloria por siempre a la carne, gloria por siempre a la carne”. El ambiente era tan tenso, tan poderoso, influía tanto en las emociones, que conseguí escaparme antes de que yo también glorificara la carne y renegara del espíritu.

A finales de 1969, cuando los adoradores de Satán tenían centros en todos los estados del país y sus seguidores se contaban por miles, Lavey quiso darles un libro–guía. Recopiló pensamientos de otros autores oscurantistas, de filósofos y comunicadores ateos, y compuso “La Biblia Satánica”, que hoy todos los seguidores de este embrollo llevan bajo el brazo cuando acuden a las sesiones de desvarío. Llaman a Lavey el Papa Negro.
Según se deduce por la ficha técnica del libro en primera página, “La Biblia Satánica” no ha sido traducida a idioma alguno. Ahora la Editorial Martínez Roca la ha publicado en español. Tal vez los editores han tenido en cuenta que España es el único país del mundo donde existe un monumento al diablo. Está en el Parque del Retiro, en Madrid, simbolizando al ángel caído.

1“Satán representa la complacencia en vez de la abstinencia”.

2“Satán representa la sabiduría vital en vez de las quimeras espirituales.”

3“Satán representa la sabiduría inmaculada en vez del autoengaño hipócrita”.

4“Satán representa la amabilidad hacia quienes la merecen, en vez del amor malgastado con ingratos.”

5“Satán representa la venganza en vez de ofrecer la otra mejilla.”

6“Satán representa la responsabilidad hacia quien la merece en vez de la preocupación por los vampiros psíquicos.”

7“Satán representa al hombre como otro animal, en ocasiones, mejor, pero la mayoría de las veces peor que los de cuatro patas que, debido a su “divino” desarrollo espiritual e intelectual, se ha convertido en el más depravado de todos.”

8“Satán representa los denominados pecados, pues todos ellos conducen a la gratificación física, mental o emocional.”

9“Satán ha sido el mejor amigo que la Iglesia ha tenido nunca, puesto que la ha mantenido viva durante todos estos años”.

Tal cúmulo de elogios proporcionará a Satán una satisfacción tan grande como su capacidad para el mal. En otro lugar del libro Lavey habla del amor de Satán hacia las criaturas de Dios. Pero si Satán fuera capaz de amar dejaría de ser diablo.

Después de todo, “La Biblia Satánica” nos hace un favor a los cristianos al recordarnos la realidad del maligno. José María Souvirón dice en EL PRÍNCIPE DE ESTE SIGLO que “el mal de nuestro mundo no reside solamente en que se haya dejado de creer en Dios, sino, indirectamente, también en que se ha dejado de creer en el demonio”. El satanista Antón Lavey nos recuerda que su señor existe, proyectado hacia nosotros, ángel caído pero ángel capaz de transformarse en luz para cegarnos con su fulgor de azufre.


TESTIMONIO DE EX ESTUDIANTE DE SATANISMO

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